En nuestra escuela de Salamanca creemos que la interacción con el mundo exterior puede ayudar mucho en el proceso de aprendizaje de un idioma. Así que, cada tanto, nos gusta organizar una actividad fuera del aula.
Nos encanta salir y disfrutar de los días soleados y este fue un día así, por lo que decidimos que era una gran idea visitar el Mercado Central de Salamanca. Este es el mercado de alimentos más antiguo de la ciudad y es una obra arquitectónica protegida de más de un siglo de antigüedad. Además del aporte estético del edificio, ofrece productos típicos de la provincia, así como las mejores carnes, pescados y verduras.
Para fomentar la interacción con los locales, les propusimos a nuestros alumnos una actividad súper divertida y los dividimos en pequeños grupos para participar de un juego. Le entregamos a cada grupo una lista de compras y actividades que tenían que completar con el objetivo de que lograran conversar con los españoles nativos de manera informal y espontánea.
Realmente lo pasamos tan bien que ya estamos planeando nuestra próxima actividad fuera del aula. Los estudiantes pudieron conversar bastante con los dueños de los diferentes comercios y, además, ¡el equipo ganador se llevó un premio! 😉